ILUSTRADOR Y ESCRITOR RICHARD CARDONA CLAVIJO

Nacido en Pereira, mayo 22 de 1996.

Colegio:                                  Tokio Jaime Salazar Robledo

Correos electrónicos:               Richard.estudio@hotmail.es

 

Desde su niñez le apasionó ilustrar dibujos infantiles.

 

He logrado dibujar grandes personajes tradicionales al igual que innovado en ilustraciones. Aunque más que escritor, me considero ilustrador.

 

Anexo algunos de mis escritos e ilustraciones:

 

 

ILUSTRACIONES INSPIRADAS EN EL TEXTO “LA ESPERANZA ESTÁ EN LOS NIÑOS”, PRODUCTO EL CONCURSO LITERARIO ECOLÓGICO REGIONAL “MANUELA FERNÁNDEZ AGREDO”

 

SI YO FUERA DIOS

 

Erase una vez un niño llamado Carlos, pero más conocido por su barrio como Carlitos, un niño como todos los demás, le gustaba dibujar, leer y sobre todo creer ser un gran superhéroe, de esos que pueden dominar el mundo, salvar personas y ser aplaudidos por la gente que admiran su valentía y sus poderes más allá de lo normal. Carlitos siendo apenas un niño de 10 años de edad, tenía gran imaginación y conocimientos sobre su país, su ciudad, su barrio lo que normalmente suelen pensar los niños de su edad, en lo que debe hacer o no debe, lo malo, lo bueno o que desearía ser en un futuro, la única dificultad de Carlitos era su dura y desolada situación, pues se desplazaba de un lugar a otro, gracias a su silla de ruedas, pero esto no tendría gran importancia para él, pero si para su familia que era integrada por su mamá, papá, hermana menor y hermano mayor; lo que significaba que era el niño del medio, es una familia común, sin mucha riqueza, pero tampoco con tanta pobreza. Su padre trabajaba como constructor, un trabajo duro que requiere de mucho esfuerzo y dedicación, pues a pesar de ser un trabajo tan difícil pagaban muy mal. Su madre, ama de casa, una mujer dedicada a su hogar y a la unión de su familia. Su hermana menor de cinco años, imperativa y algo llorona y su hermano mayor de 15 años de edad, joven que sólo se preocupa por sus amigos, su novia y terminar rápidamente sus estudios, pero a pesar de todo siempre pendiente de su familia y por supuesto de su hermano Carlitos, que a pesar de su situación a causa de una malformación en sus pies al nacer, él en su interior es un niño normal, con sueños y capacidades como cualquier otro.

Cierta mañana del día sábado, su madre sale de casa acompañada de Carlitos, ya que en la casa no se encuentra nadie más y su madre debía ir por las cosas necesarias para su desayuno, Carlitos camino a la tienda se pregunta ¿Qué sería de mi mundo, “Si yo fuera Dios”? y por su mente pasan muchas ideas y pensamientos sobre las cosas diferentes que el haría de las cosas que se encuentran a su alrededor y piensa de una forma imaginaria sobre ellos, las personas, la naturaleza, las casas, los alimentos y su propia vida y empieza a hablar con su madre sobre este tema, un poco imposible, mientras ella sólo sonríe ante tales ocurrencia de su hijo, él expresa sus ideas diciendo:

 

“SI YO FUERA DIOS”, haría que las personas que trabajan más, ganarán mejor para tener las cosas necesarias para vivir, también haría que no hubieran personas más ricas, ni más pobres, que todos fuéramos iguales, haría que las personas no se enfermaran para que así no existieran los doctores y tampoco los remedios ¡ha! Tampoco las agujas de inyección; también haría que del cielo llueva chocolate o diferentes golosinas; tampoco que exista la tristeza, el miedo y el enejo; también haría que para viajar de un lugar a otro no se necesitara pasaporte, ni dinero y que todos los niños a la hora del baño, puedan hacerlo con agua caliente y que todos los juguetes de las jugueterías sean regalados a todos los niños, también haría que las cosas fueran hechas de dulces y que las personas nunca murieran, también haría que la contaminación no existiera y que las personas pudieran volar, también que no se cobraran los servicios públicos como la luz y el agua, que los sentimientos de las personas se pudieran ver y tocar, también haría que en todo el mundo existiera paz y en especial también haría que yo en una silla de ruedas no debiera estar.

Su madre lo mira con algo de ternura y amor y expresa una sonrisa algo dudosa y pensativa, mientras Carlitos la mira de una forma sonriente; pero lo que ellos no sabían era que la arquitecta de la construcción en la que trabajaba su padre lo ayudaría por medio de unas terapias que le harían unos médicos muy conocidos de aquella mujer tan importante e influyente. Al pasar el tiempo Carlitos que ahora es llamado don Carlos puede caminar muy bien y ahora le agradece grandemente a ese ser a quien el tanto anhelaba ser. FIN